ASCENSO DEL RÉGIMEN

De 1880 y hasta el estallido de la 2° Guerra Mundial, más de dos millones de judíos que abandonaron Europa, tan sólo una ínfima parte logró ingresar a México.

Después del crack financiero de 1929 fue determinante para el ascenso del nazismo, pero no solamente fue esa la causa, sino que se mantuvieran los cobros de las indemnizaciones después de terminada la Gran Guerra, lo que exacerbó a la mayoría de los alemanes. El nazismo y su líder crecían en poder e influencia. Paulatinamente, fue apretando más la cuerda del antisemitismo y la vida de los judíos en Alemania cada vez se hacía más pesarosa hasta convertirse en una horrenda pesadilla; se les comenzó a prohibir asistir a los teatros, los conciertos, a las escuelas, a caminar sobre las aceras de las calles; poco a poco, se les fueron retirando los permisos para trabajar y poder ejercer sus profesiones; los nazis tenían preparados ya nombres para identificarlos como algo adherido a la sociedad alemana. La mayoría eligieron el exilio, como una alternativa desesperada de escapar, para la otra parte de la población que no poseía los medios para huir, pues, simplemente esperarían que vinieran mejores tiempos, sin ponerse a razonar si vivirían para ver ese momento.