mardi 18 décembre 2007

EMBAJADOR GILBERTO BOSQUES: un hombre de todos los tiempos.


Enviado por el presidente mexicano Lázaro Cárdenas, Gilberto Bosques Saldívar (1892-1995) llegó a la ciudad de Marsella, Francia, en donde se desempeñó como Cónsul General. En carácter de tal, Bosques instruyó al personal del consulado para ayudar a cualquier persona que solicitaba escapar a México.

Capturado por los nazis junto a decenas de diplomáticos de otros países, permaneció un año en cautiverio en la localidad alemana de Bad Godesberg, cercana a Bonn. Luego de un acuerdo entre Alemania y México, Bosques fue liberado y retornó a su país natal.

Bosques pertenece a la categoria de diplomáticos que cumplieron con su mandato de auxiliar al semejante en apuros cada vez que sea necesario, como Raoul Wallenberg, Sempo Sugihara, Aristides de Sousa Mendes o Hiram Bingham IV, entre tantos otros funcionarios ejemplares.

En 1944 Bosques, autor de una vasta obra literaria, escribió en uno de sus numerosos artículos: "Hice la política de mi país, de ayuda, de apoyo material y moral a los heroicos defensores de la República Española, a los esforzados paladines de la lucha contra Hitler, Mussolini, Franco, Petain y Laval."

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